Genios en el vecindario
Algunas personas que encontramos en el barrio, gente grande, ya son genios, son las que
resuelven los problemas y necesidades del pequeño mundo alrededor. Resuelven el desorden
de muchos de los que le rodean, arreglan lo que su gente estropea. Soluciona los
problemas de su equipo, toman la iniciativa de hacer las cosas que hay que
hacer, cuando los demás apenas lo sospechan.
Genios de la vida, del hogar, de la oficina
y del deporte. Esa gente ya la conoces, y muy posiblemente ellos no saben que
lo son. Solo tienen una imparable chispa de fuego que les impide quedarse sin
hacer nada cuando saben que hay que hacerlo. Posiblemente podrían hacerlo mejor
si en algún momento afilan el hacha, si se entrenan para pulir sus habilidades.
Porque posiblemente las condiciones de vida en familia durante la infancia
provocaron algún atasco en su desarrollo. Quizá les faltó atención, libros, espacios y
oportunidades. Su genialidad es tal solo por su voluntad, y por su valentía de
aferrarse a lo poco que tuvieron a mano.
Quizá la persona que lee esto, es un genio despierto,
a medio o sin despertar. Identificar a personas que geniales o muy talentosas en sus profesiones o
en la vida implica observar y saber reconocer una combinación de
características intelectuales, emocionales y conductuales. En esta oportunidad se
ofrecen algunos aspectos que, desde una perspectiva de talento humano para el
trabajo y desde la pedagogía, pueden ayudar a identificar a estas personas
excepcionales:
La primera es obviamente la curiosidad. Las
personas geniales suelen tener un deseo profundo de entender cómo funcionan las
cosas, buscar respuestas a preguntas complejas y explorar áreas desconocidas.
Esta curiosidad los lleva a adquirir amplios conocimientos en diversos campos y
a hacer descubrimientos innovadores. Hay
que comprender que la curiosidad, es una bestia domable, desde la infancia sin
precaución puede ser de riesgo si no hay cuidados. La prudencia, el silencio, y
saber ser meticuloso en la búsqueda y la comunicación son parte del
entrenamiento de la curiosidad para que aporten sus enormes ganancias. Hay formas
de ser curioso mal canalizado que pueden derivan en solo riesgo físico, en
chisme, en intromisiones imprudente, en rebeldía anárquica y otros desordenes físicos
o sociales.
Otro aspecto común entre las personas de
alto talento es la capacidad para resolver problemas complejos. Una señal
distintiva de las personas excepcionalmente talentosas es su habilidad para
abordar y resolver problemas complejos con soluciones creativas e innovadoras.
No solo ven los problemas desde diferentes ángulos, sino que también pueden
combinar conceptos de varias disciplinas para encontrar soluciones únicas.
Posiblemente esta capacidad obedece a la necesidad
de resolver la situación. Porque hay un gran grupo de personas que simplemente
no se ven al otro lado, no se aferran a la solución dormida, solo dejan pasar
la oportunidad y ven el tronco en el camino mas adelante y se detienen o se devuelven
una y otra vez. La persona con voluntad, martilla, insiste con soluciones hipotéticas,
explora posibilidades en su mente, acaricia el reto, y se obsesiona con
arreglar lo dañado, con mejorar la técnica, con resolver la situación.
Aprender no es una habilidad exclusiva de
solo unas personas, pero para aprender de forma eficiente se necesita ese resorte
interior de empujarse a la acción. Es cierto que algunas personas tienen la
capacidad de aprender nuevos conceptos, habilidades y técnicas rápidamente y
con menos esfuerzo que el promedio. Esta capacidad les permite adaptarse a
cambios y dominar nuevas áreas de conocimiento con facilidad. Pero también se
debe considerar que muchas personas que tienen la capacidad de aprender fácil,
no aprenden mucho debido a su inercia intelectual adormecida. Hay talentos del
aprendizaje, atrofiados desde la infancia por una estructura de facilismo, que
les bloqueó su potencial debido al cultivo de la pereza.
Aprender rápido es mas el resultado de la combinación
entre talento y voluntad, con mas de lo segundo, siempre un poco mas de ese don
de la acción que del don innato. Sin embargo, se debe aceptar, que la velocidad
de aprendizaje, cuando se junta el talento innato con la valentía de ponerse en
acción de entrenarse es un cohete invencible. Allí es cuando las habilidades
brotan como una naciente y fluyen como caudalosos ríos de creatividad.
En otros tiempos se utilizaba con mayor
frecuencia el termino, terquedad, valentía, fortaleza; pero hoy dia está de
moda el concepto de resiliencia y perseverancia. El talento excepcional a
menudo va acompañado de una gran resiliencia y perseverancia. Las personas
geniales enfrentan los fracasos y los rechazos como oportunidades de
aprendizaje y crecimiento, manteniendo un enfoque persistente hacia sus
objetivos a pesar de los obstáculos. La valentía se nota cuando hay mayor
tolerancia a un cierto umbral de dolor, de rechazo, de frustración; y cuando gracias
a esa flexibilidad, se continúa aprendiendo, martillando y se termina lo que se
inició.
Las personas geniales muestran pasión por
su campo, entusiasmo en su trabajo, amor por lo que hacen. Esta característica,
que también se cultiva, aporta una dosis de felicidad tal, que es un constante
impulso para seguir haciendo las cosas sintiendo dicha a la vez. Una intensa
pasión es común en personas muy talentosas, no se debe minimizar ni despreciar
el hecho que algunas personas tienen pasiones muy exclusivas o cerradas, o sea
que lo demuestran solo en una habilidad definida o pocos trabajos; el mundo
requiere esas piezas geniales en ese lugar específico. La pasión motiva al genio verdadero a dedicar
horas a practicar, estudiar y perfeccionar sus habilidades, lo que finalmente
los lleva a alcanzar altos niveles de competencia y éxito.
Las personas geniales a menudo poseen una
intuición aguda que les permite ver conexiones y patrones que otros no ven. La
intuición es como una llave abierta que deja fluir el genio, y no deja que el
tesoro quede enterrado. Claro que esta habilidad sutil, se cultiva como semillas
de confianza que crecen cuando se actúa en pequeñas cosas y funciona; se entrena
con el estudio. Es como una memoria fisiológica que se ha desarrollado con el constante
actuar a partir de una creciente experiencia de resultados positivos. Esta
habilidad, combinada con una creatividad excepcional, les permite generar ideas
innovadoras y abordar los problemas de maneras novedosas.
Puede ser que exista algún desacuerdo en
cuanto al temas de las habilidades sociales y de comunicación. Y son inolvidables
los genios de la historia con fama de antipáticos, solitarios el incluso
antisocial. Pero si no tuviesen alguna característica carismática, hoy no les
recordaríamos. Aunque no siempre se asocia con el genio, la capacidad de
comunicar ideas complejas de manera clara y convincente es una característica
valiosa. Las personas talentosas, a veces sin quererlo, pueden inspirar y movilizar a otros hacia una
visión o proyecto, lo que es especialmente importante en roles de liderazgo y
colaboración.
Tenemos genios en el vecindario, en las aulas, en el ambiente de trabajo. Y es muy posible que si leíste este articulo tengas un genio bajo la piel, porque lo común es que las personas dormidas, no leen este texto completo. Aún existen muchas necesidades o problemas que resolver en nuestra tierra, la vida aún debe expandirse y ese es el trabajo de los pioneros, de los seres humanos geniales. Quizá en poco tiempo tendremos una masa crítica de personas geniales y por fin, seamos capaces de detener la contaminación, la violencia, el dolor y el hambre.
Saludos del profe Enrique.
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