La música.
Nunca podremos olvidar en nuestro
cerebro primitivo cuando en las costas el sonido de las olas del mar chocaba
contra las rocas de la costa y nos tiraron a la aventura de la vida. La música de los insectos, la música de las
estrellas. La música del eco del big bang aun es el fondo de todos los sonidos.
La música es una inspiración indiscutible.
Todo vibra incesantemente desde los átomos hasta el eco del universo es un
latir sin parar, por eso el corazón no para. El organismo humano es la
manifestación de la perfección y evolución de la música. Nosotros no inventamos
la música, solo descubrimos algunas de sus aplicaciones.
Los instrumentos musicales son una
evolución de las rocas, y una imitación de el cascanueces de las serpientes,
una imitación DE el retruenas de los rayos, de las olas y de los átomos. Ahora
la música manifiesta las emociones, no aleves, las emociones crean música. Pero
es más cierto que las emociones son el resultado de las vibraciones externas.
También emanamos vibraciones alrededor de acuerdo a nuestro estado emocional.
La música te pone feliz, la música te
pone triste, la música es indiscutiblemente, la mejor herramienta para
hipnotizar una grupo de personas, solo recuerda la última vez que estuviste en
un concierto y no pudiste parar de gritar. NO aguantaste la emoción de la
espera de tu cantante. Y no era por el cantante, era por la música que él
representa. La música se mete desde los órganos blandos hasta el tuétano.
La música marca el ritmo del corazón.
Aquella vez que estuviste escuchando una canción s con un ser querido, y luego
pasaron muchos años. Que pasaron y cada vez que escuchas esta canción te
recuerda inevitablemente ese momento.