Si te
dieras cuenta.
Si te dieras cuenta que tu alma y la mía, son
la misma, como de un solo rayo de luz pura se refractan y reflejan en la gotita
de agua los diferentes colores del arco iris. Solo habría paz, risas, dicha,
abundancia de pan y ríos de amor en nuestras venas.
Si te dieras cuenta, que desde dónde vengo, y a
donde voy, al encontrarte hay un campo, y en ese campo no hay barreras entre
los pétalos y la piel, entre el aroma de un rosal y las raíces del bambú. No
hay barreras entre tu vos y mis palabras, entre tu silencio y mi aliento. Solo
hay un aliento, un perfume y un jardín cuajado de flores y pájaros y ángeles
jugando.
Si te dieras cuenta que en un sueño, te dije al
oído, despierta. En un instante estábamos
caminando, tu y yo y todos en un solo camino y un solo cuerpo. Y en ese sueño
tú soñabas conmigo y todos soñábamos con todos. Y ese camino se bifurcaba, tu
alma y la mía por cada lado, la del otro se bifurcaba y la del otro por otro
lado. Como las ramas de un arbolito. Si te dieras cuenta que ese sueño es el
destino de todos, y que en ese despertar estábamos juntos. Y el sol al final
del camino donde igual convergieron todos.
Si te dieras cuenta que al amor no se juega,
que las personas solo somos una luciérnaga en la noche del tiempo. Que brilla,
se aparea y se apaga. Si te dieras cuenta que tu alma y la mía son una estrella
fugaz, que brilla y se esfuma al intentar sembrar en ella un deseo. Pero que se hace eterna al cerrar los ojos y ponerle
atención a la nada. Allí donde; si tú te dieras cuenta, hay infinitas estrellas
y campos de luz para sembrar y cosechar cualquier sueño como racimos de uvas,
de calabazas y noches despejadas.
Si te dieras cuenta que mi amor es más grande que
mi cuerpo y que mi historia. Como es más grande el arcoíris que la gotita de
agua. Si te dieras cuenta que tu amor y el mío son el mismo, aunque trates de
contenerlo en tu pequeño corazón de niña. Que no suelta el pétalo por temor al
viento. Que no liberas tu alma por temor al pájaro de fuego que es mi amor
sobre tu valle. Si te dieras cuenta que tu amor y el mío son el mismo, como la
luz y este universo es un solo resuello del aliento del Dios.