sábado, 18 de septiembre de 2010

Lección del río # 12

Sobre calentamiento global,


Estaba mirando la luna esta madrugada, y pasaron livianamente por mi memoria otras tantas veces que la he mirado preguntándole cosas. Y recuerdo que ayer, la miraba en los espejos del rio, y a través de mi amigo, me dio una lección muy importante.
Que está pasando con este clima, con este mundo, con estas cosas que veo en las noticias y escucho en las conversaciones de la calle.
El mundo se está calentando.
Claro, hay muchas razones científicamente lógicas que explican ciertamente lo que sucede. Las emisiones del CO y CO2 , el derretimiento de los glaciares, el hoyo en la capa de ozono, las tormentas solares, la emisión de los gases que producen las heces del ganado etc. Y eso se vuelve un ciclo que crece como una bola de nieve.
¿Has pensado que todo eso sucede en la atmósfera de nuestra madre? Parece que está irritada, parece que esta estresada, NO? Claro, suena raro pensar que la tierra esta estresada, de hecho para mí esa frase siempre me suena ridícula porque me parece que eso del estrés es como una razón ficticia para justificar la falta de control emocional.
Pero llamase como se llame, los pensamientos conflictivos, el temor, la ignorancia, la culpa, el sentimiento de amenaza o la sensación de amenaza produce una atmosfera alrededor de cada persona. Perdón, no solo de las personas; sino de todos los seres vivientes. Y cuando digo seres vivientes incluyo a la madre tierra como la suma de todos los seres vivos.
Suma entonces el “estrés” de cada individuo, suma las pequeñas atmósferas individuales. Imagina que puedes ver alrededor de las personas y otros seres vivos el tipo de sentimiento como un color. Imagina que puedes interpretar las emociones y pensamientos que salen de cada ser como una energía que sale de cada uno e influye en su mundo alrededor.
¿No crees que se caliente? Y no pensemos en calor. Pensemos en colores opacos o difusos, en caos. En desarmonía de la sustancia que rodea al individuo estresado. ¿Cómo no afectar ese medio ambiente inmediato? ¿Cómo no colaborar con el caos global con cada uno de nuestros pensamientos, emociones y sentimientos pesados que cargamos? Ya sea directamente como un tipo de energía electromagnética, o como el resultado de las decisiones tomadas bajo ese efecto.
Yo propongo pues, me inspiró la luna a través de su reflejo en el río, que la solución inmediata es re direccionar el flujo de nuestros pensamientos, y cambiar el tono emocional. Orientar pues, a partir de una armonía en el ambiente inmediato espiritual de cada persona, todas las energías en la proyección del mundo que queremos tener. Bello, limpio, fresco, diverso, prospero. A partir de allí, los efectos secundarios, o sea las decisiones diarias nos llevarán en esa dirección.
Nunca habíamos tenido la oportunidad como hoy.
No nos toca crear el mundo, nos toca sanarlo.

Pensaba, ¿mis abuelos, los maestros de Grecia, los hijjos de mis hijos, que les inspira la luna?