sábado, 23 de agosto de 2014

Hace días no voy al río.



Hace días  no voy al río, y debe estar muy celoso.
Las aguas no tranquilizan al alma que no las mira.
Las aguas no se serenan, cuando les cae la lluvia.
Él espejo de la poza,  mira  así el alma del hombre.

Los árboles que le asombran por la sombra de sus ramas,
 Están atentos a las rendijas que deja pasar él sol.
 Él sol estaba contento, porque él agua le miraba
Y él alma del caminante se saciaba con el agua que los rayos reflejaban.