Invisible y bella cual
gota de agua.
A veces ligera y fría,
como un granizo,
Danzando sobre el
tejado.
A veces vapor ardiente,
hipnotizado por el sol
En su alma blanca,
mirando el cielo, la luna ríe.
En su alma grande, de
volcán en calma, su pecho ruge.
En su alma limpia, de
mar celeste, sus ojos lloran.
En su alma buena, de
sol brillante, el fuego arde.
Suave caricia, para
la vista, su pelo negro, sus ojos vivos,
Dulce merienda, para un arcángel, sus pensamientos.
Mira, y derrite,
canta y florece.
Las piedras frías,
los campos verdes.
Si está sonriendo, la luna crece,
Si está llorando, el cielo llueve
Si está soñando, el
sol se duerme
Si hace un silencio,
hay un eclipse.
Nadie la mira, nadie
la entiende,
Solo las rosas, que están
celosas.
Nadie la mira, le tienen
miedo,
Solo las flores, y el
arcoíris.
Porque es tan bella,
Porque es prohibida,
Porque su alma
Es una estrella.
Te lo dedico a ti, si,
porque eres la primera
que los lee con aprecio,