lunes, 10 de octubre de 2016

Salud Mental


Salud mental.
Una súper bicicleta.
Un hombre la lleva arrastrada como un pedazo de chatarra.
Un hombre la lleva rodando caminando a su lado.
Un hombre va como de paseo montado sobre ella.
Un hombre como un profesional para llegar a su meta.
Todos usan la bicicleta al 100% pero de manera diferente.
Así la mente. El mejor de nuestros instrumentos existenciales.

El completo estado de bienestar físico, mental y social(OMS).  Se ha de preguntar, ¿qué es completo? Menos que lo máximo no es completo, y no hay límite de crecimiento. Vamos, lo que quiero decir aunque suena aburrido, es que se puede cada día estar realmente mucho mejor, y que en un año esa experiencia sea superada con creces de lo que antes era un bienestar.  Puede ser sorprendente la diferencia entre lo mejor de ayer y lo de hoy.  Siempre repito que entre lo mediocre y lo bueno hay una pequeña y difusa distancia.
Mente.
Al igual que el cuerpo, la mente no es lo que yo soy.  Ambas cosas son un instrumento de mí y para mi existencia. La mente y el cuerpo son  como mi tripulación y mi barco. Se han hecho decenas de experimentos para localizar la mente, pero se sospecha que sería el capitán invisible que anda por allí en algún lugar de la nave o del mar viendo todo y tomando decisiones. Sería algo así como la suma de los  pensamientos, hábitos de conducta, y emociones que se sustentan en el cerebro, como la electricidad se sustenta en un bombillo para alumbrar. Como el programador invisible de una supercomputadora. Pero al fin y al cabo, la mente no tiene límites. Una mente sana se evidencia como una conducta coherente con las creencias y pensamientos. Una mente sana se reconoce por la ecuanimidad, por la avidez hacia el aprendizaje, por  la tendencia al autocuidado de las otras facetas del ser.
Se ha escrito mucho sobre la mente, hay cientos de libros obligatorios a leer si realmente  interesa estar mañana mejor  mentalmente.

Emociones.
La manifestación de que el alma se comunica a través de la mente para experimentar la vida,  son las emociones. Sensación de bienestar o malestar son la guía de la existencia a nivel básico. Y las emociones desde las más bajas como la ira, el odio y la tristeza, hasta más altas como la confianza, la alegría y el júbilo, son gradualmente pueden ser como una escala o termostato para darse cuenta de su salud mental. Para reconocer las emociones basta observarse, preguntarse frecuentemente, ¿Cómo me siento? ¿Por qué me siento así? ¿Cuáles de estos pensamientos me ata y arrastra en cual dirección?  Y finalmente, cuales interpretaciones puedo cambiar para cambiar este estado?

Pensamiento.
Un pensamiento no es más que un paquete de información organizada que el cerebro puede interpretar como una idea, palabra, emoción, color, imagen, recuerdo. Un impulso mental convertido en símbolos internos. Pero estos pensamientos son los forjadores de las emociones. Luego los ladrillos que si se montan unos sobre otros y otros, repetidamente puede construir conductas, conocimientos, emociones, hacer consiente lo inconsciente y viceversa. Porque es el lenguaje. Por eso piensas en tu idioma. Y ese lenguaje  es aprendido y modificado a voluntad. Por eso se ha escrito tantos libros de libros sobre el tema de cómo influyen en la construcción de la realidad.  
Sin decir mucho, se puede aprender a pensar. Primero  meditando, o sea, observar desde el silencio como fluyen, luego direccionando intencionalmente.  También es importante enriquecer el lenguaje de las palabras, porque no se puede convertir una idea intuitiva o inspirada en palabras si estas no están en tu diccionario.

Memoria.
La riqueza de nuestra identidad, o la pobreza de la misma, es la suma de nuestras memorias. Solamente la intención de enriquecerla puede hacerla fecunda. La memoria no tiene límites. Evidencia de una memoria sana, es la capacidad de protegerse, de auto curarse, de tener un sistema inmune fortalecido con cada experiencia. Una memoria sana, te permite evocar de la riqueza interior pensamientos, emociones y experiencias espontaneas positivas como el cuerno de la abundancia. Existen áreas específicas del cerebro que se estimulan como un circuito eléctrico que evidencian campos del soporte físico de la memoria, y estos son puente de intercomunicación, alma, hipotálamo, cuerpo y la historia personal.

Drogas  y Meditación.
Alterador químico de un estado cerebral.  Sustancias que estimulan los neurotransmisores y aceleran reacciones de las glándulas del hipocampo. Ira, jubilo, pánico, euforia, tristeza. Como se escribió arriba; las emociones conectan el alma con el sistema endocrino con el cerebro. Pero se estimulan con pensamientos que provocan neuropéptidos que fluyen entre neurona y neurona. Luego activan sensaciones de placer o malestar. Generalmente las áreas de recompensa son sobre estimuladas como cuando se arrea el ganado con el chuzo eléctrico, por tanto el organismo hace decaer el mecanismo  natural de fabricar las hormonas de esas glándulas. Por eso se provoca un desequilibrio entre el mecanismo de recompensa-castigo a nivel hormonal-emocional. Convergiendo todo esto en aberraciones de la conducta. Obviamente provocando además la adicción, que tal como el sueño, el hambre o el apetito sexual son parte de los ciclos bioquímicos del organismo.  

Quiero escribir esta idea con punto y aparte. La meditación, intencionalmente puede ayudarle a la mente a gobernar todos los procesos endocrinos y del pensamiento a evocar o acelerar cualquier estado de la consciencia. Cualquier estado de júbilo, dicha, paz interior, acompañado de una consecuente regeneración del equilibrio interior y exterior, puede ser producto de la meditación. Esta es la vía para la prevención y sanación de cualquier situación con las drogas. 

Es bueno dejar claro que la meditación no es más que la sana observación intencionada de su yo interior. Su mejor yo interior. Su dios o cualquier atisbo de bienestar superior que de cualquier manera quiere despertarse en la persona. El silencio saludable que calma los disturbios del lenguaje, de la agenda, del cuerpo, de las emociones; tras el cual, se pueden tomar decisiones coherentes con el verdadero BIENESTAR.


Enrique Segura 10 octubre 2016.

El regalo mas grande. dedicada a mi hija.

El regalo más grande.
Es la fuerza gravitatoria que mantiene el equilibrio de las cosas en mi mundo.
Empuja estrellas en mis sueños y las hace llegar a mis manos. Con una cuerda de oro arrastra planetas llenos de paraísos y me los trae a mi patio. Pone a bailar a mí alrededor las galaxias las tardes felices y remolinos de polvo cósmico que brilla convirtiendo en días todas las noches de mi vida. Por eso mi alma gira en su rededor  inevitablemente como se acomodan los planetas en torno al sol. Esa es mi niña, mi hija, mi ángel. Es el regalo más grande.

Es la alegría, la dicha, el júbilo.  Las mejores rizas y tardes felices las eh dibujado en su cuaderno de niña. Porque es mi niña. Aunque de camino a casa, desde los campos ásperos de la jornada haya piedras filosas y malas intenciones, ella desborona toda maldad y convierte en pan dulce las piedras del camino. Hace sonreír a los sauces llorones y cosechar carcajadas de alegría a los vecinos, hace cantar como locos a manadas de pericos y por las noches alegra la casa con su cara contenta.  La sonrisa de mi pequeña, es el regalo más grande. 

Es la creatividad que diseña mis sueños.
Todas las cosas que  valen la pena en mi mundo, se han dibujado con sus lápices de colores. Por ella dibujo tardes y jornadas y  profesiones y mi casa. Por ella afino las cuerdas de mi alma y arreglo el patio, pinto el techo y siembro flores. Por ella aprendí a contar cuentos inimaginables. Por ella cerca de su cabecera de niña, muchas historias nacieron de mi boca. Pero ella las sembró con su vocecita de niña que decía, papa, cuéntame un cuento de mariposas y hormigas. De pájaros y lunas, de nieve y pingüinos, de ángeles escondidos.  Este y cientos de otros poemas no hubieran nacido sino es por ella, mi niña, mi regalo más grande.

Es la reina de los libros y del pensamiento.
Miles de páginas de cientos de libros, enriquecen mi vida, porque ella así lo ha querido. Y ella lo ha superado con creces. No conozco otro ser, que con sus años de niña, y con su pelo colocho, haya recorrido el mundo a través de tantas páginas. Ha recorrido tierras lejanas y tiempos sin fecha. La historia, la aventura, los sueños y todas las cosas que te puedas imaginar.  Por todo el universo y todas las situaciones sus ojitos negros han puesto su alma y soñado con los más grandes soñadores de la historia. Ella me ha llevado a soñar como ellos, que todo es posible. En  la biblioteca de mi vida ella  es mi regalo más grande.

Ella es mi niña, la que cumple 15 años de andar como el pájaro de fuego alumbrando y haciendo brotar las ramitas y la hierba. Pintando de vida y flores el valle y la montaña. Haciendo brillar el sol y llover el cielo. Ella ya no es más una niña, pero lo ha logrado todo. Por eso ha cumplido su misión infantil y se inicia como sacerdotisa, en muchacha, en princesa grande y en dueña de sus jardines. Hace 15 años que la vi, y de una vez me convertí en su esclavo, en  un hombre con ganas de ser héroe. Para salvarla de las fieras y de las caras enojadas, de la lluvia, de los relámpagos y de los monstruos de la noche. He labrado con mis manos ásperas el suelo duro y arrancado malezas, he espantado los pájaros negros y regados agua fresca para que sus sueños salten a la vida como plantitas de maíz en la finca de papa. He querido ser digno de merecer ese, mi mejor regalo, que es mi hija, la quinceañera.

Yo quisiera, y le pido al universo,  y lo elijo así, que la trayectoria de su vida, sea más grande que la mía. Que los ángeles la cuiden, para que su pie no tropiece.  Que la noche le alumbre con luciérnagas y lunas llenas su sendero. Por las mañanas que su casa sea un espacio de paz y rizas, tortillas calientes y cartera prospera. Que por las tardes haya muchos amigos sanos, alegres, inteligentes y llenos de esperanza.  Que al anochecer de cada día haya sosiego en su mundo bonito, que pueda haber dibujado su día a voluntad y las sorpresas del universo sean tesoros como perlas preciosas y  aplausos de las amigas. Que por la noche su almohada escuche el eco de mis cuentos de niña, que sus sueños sean lucidos y pueda ser la héroe de su mundo interior. Que su vida sea eterna, radiante, y que la vida, que es DIOS, respire en su alma bonita el  aliento jovial. Que siga siendo mi regalo más grande.