lunes, 11 de diciembre de 2023

Nuevas Fronteras del pensamiento.


La pregunta de fondo en mi vida podría resumirse en ¿Cuáles son los conocimientos que tengo, y los que no tengo, que podrían dar mayor valor y poder para transformar la existencia?  O algo así; ya que como seres humanos lo que nos catapulta sobre las demás especies es el pensar, hablar y todo eso de conocer y comunicar la forma de organizar nuestro mundo a conveniencia. Luego, porque no pensar en esa frontera entre lo que sabemos y lo que no sabemos, justo en el sector de lo que podemos ser y lo que aún no. Desde allí, pensar en lo que puedo transformar a voluntad, y lo que aun no puedo a partir de las herramientas humanas, por encima de las cuales está la voluntad que brota del conocimiento.

Uno de los temas que mas me llevan a esa línea de pensamiento, es la posibilidad de conocer la esencia material, espacial y temporal del universo. Que sería la materia prima con al que hacen las cosa, la arena, el aire, estrellas, lluvia, gravedad, calor y luz. De igual manera los fenómenos mas sorprendentes como la evolución de la vida como la formación de colonias bacterianas y sociedades.  Si conociéramos muy bien esa esencia de materia prima de ingredientes de la realidad y sus reglas, podríamos moldearla a voluntad. Ya mucho hemos hecho con manejar el fuego, el acero, el petróleo y la gravedad, pero podríamos hacer cosas mas sorprendentes.

Ya hemos expuesto como comunidad de ciencia, la relatividad, la física cuántica que son jovencitas de mas de 100 años. Con las cuales la realidad ha sido moldeada de formas asombrosas, como la era de las maquinas eléctricas, la radio, televisión, exploración espacial, la genética y todas esas maravillas que son la esencia de la sociedad actual. Pero hay temas que están tocando a la puerta, y son apenas niñas, como teorías de cuerdas, multiversos, computación cuántica y la bebé, Inteligencia artificial generativa.

Esos temas son punta de flecha en la tecnología, con las cuales podríamos estar presenciando el trabajo de un nuevo Prometeo cuando nos otorgó el fuego, o de un Adán y Eva, con la fruta del discernimiento. Un nuevo renacer de la humanidad, con posibilidades de manejar no solo los minerales del suelo, como lo fueron la era del bronce, hierro, acero y otros. Mas allá de la energía química del carbón, petróleo y de la electricidad o del núcleo atómico. La promesa es de una nueva ilustración, que podría superar a la iluminación de le época griega, luego de los ilustrados que usaron la imprenta, será una ilustración que podría integrar la era de la información y la consciencia.

El ser humano que esta naciendo, puede trascender la misma evolución meramente biológica y acelerar la evolución, como cuando nos ramificamos de los demás primates. Se espera una evolución que en sus extremos podría hacer brotar otra subespecie, conquistar otros espacios o inclusive otras dimensiones. Para eso las herramientas son la Inteligencia Artificial, el internet de las cosas, la ingeniería genética avanzada, teorías de grafos, realidades virtuales y otras posibilidades de las cuales no podemos eximirnos.

Este texto, solo es un ejercicio personal de pensamiento, y una invitación para que el lector, si le generó curiosidad o alguna inquietud, lo converse con sus amigos, lo rumee un rato antes de dormir y porque no, aporte alguna idea que a nadie se le había ocurrido. Para eso es la ciencia. Saludos del profe Enrique.